Once razones por las que Wellington no vencería a Carolina en Santo Domingo Este

Por Marcial Abreu Mesa

Santo Domingo Este.– Con las elecciones municipales cada vez más cerca, surgen voces y murmullos dentro del PRM y la opinión pública que estiman que aunque Wellington Arnaud tenga intención, recursos y discursos, hay al menos once razones concretas por las que podría ser prácticamente imposible que le gane a Carolina Mejía en Santo Domingo Este. Aquí te las dejo.

1. Reconocimiento de nombre consolidado de Carolina Mejía

Carolina ya ha sido alcaldesa del Distrito Nacional, tiene visibilidad, presencia mediática, obras que la gente ve todos los días. Arnaud deberá hacer un esfuerzo enorme para “alcanzar” ese reconocimiento que Mejía ya tiene ganado con mucho terreno recorrido.

Alternativa: Arnaud necesita montar campañas masivas, de alto impacto, con presencia diaria en los barrios, haciendo visible su gestión local por encima de la institucional. No basta la promesa; tiene que mostrarse ya.

2. Historial de obras concretas frente a promesas

Mejía tiene parques, iluminación, recuperación de espacios, etc., proyectos tangibles que los ciudadanos pueden señalar sin esfuerzo. Comparado con promesas, eso pesa.

Alternativa: Arnaud debería empezar a activar proyectos pequeños que puedan concretarse antes de la campaña fuerte, para exhibir resultados reales: aceras, iluminación, drenajes, limpieza, etc.

3. Percepción de buen manejo administrativo

La gente suele premiar la eficiencia visible: menos burocracia, mejor mantenimiento, menos quejas de fallas administrativas. Mejía ha logrado proyectar esa imagen; si Arnaud falla en asegurar que su equipo gestione bien, perderá terreno.

Alternativa: Transparencia en contratos locales, auditorías visibles, control ciudadano, rendición de cuentas frecuente en los sectores de SDE.

4. Fuerza partidaria ya estructurada de Mejía

El partido de Mejía ya tiene líneas claras, apoyos locales y medios afines. Las maquinarias partidarias en los barrios pueden inclinar la balanza, sobre todo si la estructura de Arnaud no está igual de fortalecida.

Alternativa: Reforzar la base, activar dirigentes zonales, tener presencia en juntas de vecinos, liderazgos comunitarios visibles y constantes.

5. Obras visibles como criterio decisivo

Cuando la gente evalúa un candidato, muchas veces lo que importa no son los discursos sino lo que ve al doblar la esquina: aceras, parques, iluminación, limpieza. Mejía lo ha entendido.

Alternativa: Arnaud debe multiplicar las intervenciones visibles, quizá comenzar por los barrios más abandonados, para que la gente vea que él hace justicia con lugares olvidados.

6. Inercia política y preferencia por lo conocido

La gente tiende a confiar más en lo que ha visto funcionar, aunque sea imperfectamente, que en promesas nuevas de alguien que todavía no ha demostrado lo mismo. Cambiar es riesgo para muchos votantes.

Alternativa: Necesita demostrar que su gestión local será mejor que lo que hay, con comparativos claros, no solo hablar de cambio sino mostrar ejemplos palpables de lo que él ya ha hecho o apoyado.

7. Dificultad de Arnaud para diferenciarse

Si su discurso suena similar al de Mejía y su partido, sin propuestas nuevas, sin frescura, sin algo que lo haga destacar, la elección podría dividirse, pero probablemente gane quien tiene más reconocimiento: Mejía.

Alternativa: Innovar propuestas, priorizar temas que mejían no haya tocado con fuerza, como salud mental local, seguridad barrial, cultura, etc., algo que lo haga parecer no solo una alternativa, sino una rompiente de lo habitual.

8. Capacidad logística y movilización superior de Mejía

Con menos esfuerzo mediático, mejor financiamiento de campaña, mayor visibilidad, Mejía puede movilizar votantes más fácilmente. Cada acto, cada campaña de calle, cada incentivo cuenta. Si Arnaud le falla en ese nivel, se queda atrás.

Alternativa: Reforzar la estructura de campaña, activar voluntarios, generar contenido digital, tener presencia física constante, asegurarse un buen equipo de movilización de base.

9. Factores nacionales que pueden arrastrar negativamente a Arnaud

Si al gobierno o al partido le duelen decisiones impopulares, crisis económicas, acusaciones, esas cosas pueden afectar la percepción de todos los miembros del mismo bando. Arnaud está en ese riesgo.

Alternativa: Distanciarse cuando haya convenientes cuestionamientos nacionales, proponer soluciones locales que busquen mitigar esos efectos, presentarse como un agente de cambio dentro del partido.

10. Recursos de campaña desiguales

Financiamiento, acceso a medios, patrocinio, apoyos económicos, logística: si Carolina Mejía tiene mucho más respaldo material, será difícil que Arnaud compita al mismo nivel. Sin ello, incluso buenas ideas pueden quedar opacadas.

Alternativa: Buscar alianzas locales, patrocinadores comunitarios, reforzar redes sociales, optimizar cada peso disponible para impacto visible, priorizar lo que más revierta en percepción inmediata.

11. Equipo elitista

Y aquí llega lo más sabroso: uno de los mayores lastres que podría tener Wellington no está en su programa, ni en su financiamiento, ni en su estrategia: está en la piel de su equipo. Se comenta que sus allegados, sus dirigentes locales, sus cuadros intermedios, se miran al espejo creyéndose “los elegidos”, “lo más fino” del PRM, la nata de la nata. Se sienten con licencia para pasar por encima de la base, para ignorar barrios alejados, para dejar de contestar mensajes, para creer que el simple hecho de portar el logo les basta. Esa altivez, ese aire de superioridad, lejos de ganar respeto, genera fastidio, resentimiento, crítica soterrada, desdén de quien espera que lo miren, que lo traten como parte del proyecto, no como un casillero decorativo. Esa desconexión es una puñalada a la lealtad del militante, que vota también con el corazón herido. Y en Santo Domingo Este, donde la gente está cansada de promesas, de jerarquías y de descarte, ese “nosotros arriba, ustedes allá” puede costarle más que cualquier error técnico de campaña.

Alternativa: Que Wellington ordene una limpieza de actitudes. Que sus dirigentes se bajen de sus pedestales, caminen los sectores, se retraten con la gente de a pie, escuchen reclamos, admitan errores. Que haya humildad pública, gestos reales: reuniones barriales, acercamiento, rendición de cuentas ante la base, no solo ante los medios.

Caso Abelardo Rutinel

Uno de los nombres que más suena como “brazo político fuerte” de Wellington en Santo Domingo Este es el del  abogado y comunicador Abelardo Rutinel. Sin embargo:

Rutinel es diputado actual del PRM por SDE, pero no ha logrado convencer aún en lo práctico a buena parte de la base. Algunos críticos le reprochan su poca visibilidad real desde el Congreso (o su falta de protagonismo en acciones concretas a nivel legislativo).

Se le reconoce que ha hablado sobre proyectos valiosos como el acceso al tratamiento de salud mental, inclusión de educación vial y financiera en el currículo escolar inicial, etc.

Pero también ha existido la percepción de que su rol es más discursivo que efectivo, que no se ve tanto “moviendo obra”, que su presencia en los barrios no llena lo que se espera de una figura que se presenta como “representante local fuerte”.

Esa “ausencia de presencia real” del que se supone será el representante fuerte de Arnaud en el Congreso alimenta la narrativa de que buena parte del equipo de Wellington vive en el discurso, pero no camina los caminos. Y eso pesa, especialmente en las zonas populares de SDE, donde la cercanía lo es todo.

No todo está perdido

No todo es negativo para Wellington Arnaud. De hecho, él tiene una imagen personal bastante buena: de profesional serio, capaz, con estudios, conocimiento, que representa un perfil distinto al político tradicional del barrio. Eso le da crédito, margen de respeto, simpatía entre sectores que demandan cambio, técnica, eficiencia.

Sin embargo, una candidatura política no se gana solo con méritos personales, ni solo con discursos bien estructurados. Se gana con estructura de base, con humildad, con equipo que perciba que quienes lo apoyan también cuentan, con vínculo real con los votantes, con presencia diaria y tangible. Y ahí es donde su campaña en Santo Domingo Este tiene que ponerse las pilas. Si no, por mucho que él sea bien visto, su equipo podrá boicotearle la victoria inadvertidamente.

 

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